Toxoplasmosis.. una historia de mitos, mentiras e ignorancia, con una pizca de verdad.
Tener a mis mishus en casa, realmente es algo que me hace muy feliz, de igual forma ayudar a los que están fuera de ella, tengo un corazón que le es inevitable no ayudarlos, amo su forma de ser, y soy muy muy feliz.
El día de ayer no pude evitar desencadenar una fuerte discusión con una compañera del trabajo por el dichoso tema de la Toxoplasmosis y sus buenos consejos de "no podrás tener un hijo" "nacerá enfermo" blah blah.
Aunque no solamente con ella ha pasado, con otros compañeros del trabajo, amigas (que no deberían llamarse amigas), y familia de mi esposo. Ni siquiera mi madre ha dicho o nombrado tal cosa, disfruta conmigo el verme feliz con mis gatos de aquí para allá.
Y les empiezas a informar lo que tú sabes.. y creen que lo saben todo,se cierran a escuchar tu información o tu forma de pensar, ayer simplemente le callé la boca a la recepcionista con.. "habrá que experimentar en carne propia".
Me enoja mucho este tema, la gente no se informa, y piensa que por tener a mis gatos voy a tener problemas.. cuando no solamente deriva esta enfermedad de los gatos.
Puesto todo esto, no me conformé en investigar más.. para poder "callar bocas" y encontré una experiencia en carne propia que les quiero compartir.
Fuente: http://www.anaaweb.org/
Fuente: http://www.anaaweb.org/
EMBARAZO, NIÑOS Y
GATOS
Me
llamo Laura y tengo 7 gatos, que fueron llegando a mi casa procedente del
abandono y el maltrato. Forman parte de mi familia, cosa que mi entorno no
parece entender, así como que ellos no están conmigo porque me guste
coleccionar animales, ni siquiera porque me gusten los gatos.
Están conmigo por moral, porque en su día no pude
mirar hacia otro lado. El día que decidí ser madre lo primero que me llegó
de mi entorno fue la típica frase de “¿y ahora que vais a hacer con los
gatos?”
Escribo este texto con la esperanza de poder ayudar a
muchas futuras mamás y a sus gatos, para desmontar muchos falsos mitos que
circulan por ahí. Es para vosotras, no tratéis de explicárselo a esa gente
ignorante que no quiere atender a razones, y que piensan que los gatos harán
que el niño
estalle o algo parecido (porque no se que piensan que
le pueden hacer).
Ni lo intentéis porque hablar con esas personas
es como hablar con las paredes. Eso si, tened por seguro que los gatos no sólo
no son perjudiciales para un niño, sino que son buenos para su salud y su
desarrollo psicológico (le refuerzan contra alergias y además le ayudan a
educarse en responsabilidad y amor).
Soy licenciada en Psicología, auxiliar de clínica
veterinaria y llevo muchísimos años en el mundo de la protección animal,
con lo que no hablo por hablar. He estudiado psicología infantil, conozco
el ciclo de la tan temida toxoplasmosis y también se bastante de etología
para entender a los gatos, que por mucho que la mayoría se empeñe en
tenerlos como si de jarrones decorativos se tratase, son seres vivos.
Espero que esto os ayude, no dejéis que nadie os
asuste con mentiras, y mucho menos dejéis que os hagan abandonar a
vuestros gatos en base a cuentos de vieja sin fundamento alguno.
Compartid
Vuestro embarazo y luego vuestra vida familiar con su
nuevo miembro con vuestros gatos y sed felices.
PRIMERA FASE: EL EMBARAZO
Nada más quedarme
embarazada lo primero que hice fue llamar llena de ilusión a toda mi familia.
La buena nueva pasó a
convertirse en diversas discusiones con casi todos ellos, con frases como la que
cité antes o “ahora tendréis que donar a los gatos” (abandonar, se dice
abandonar...), “los gatos ahora los tendrás que quitar” (si, los envuelvo, los
dejo en el trastero y luego más adelante los vuelvo a sacar...) y otras por el
estilo.
Se me quitaron las
ganas de llamarles más. Les dije una y cien veces que no pasaba absolutamente
nada, que como era auxiliar veterinaria sabía como iba eso de la toxoplasmosis,
les explicaba el ciclo...como hablar con la pared. Si había alguna celebración familiar,
que hubo bastantes hasta que di a luz, no dejaban pasar la oportunidad de
volver a sacar el tema de los gatos, de echarme miradas acusatorias de “eres una
mala madre”, y yo me quedaba calva de decirles que no pasaba nada...
Os explico el tema de
la toxoplasmosis:
Lo primero es hacerte
los análisis (que muchos ginecólogos te dicen que gatos fuera sin pasar ni por este
paso). Si tu eres positiva, ya la has pasado, y ahí no hay riesgo alguno
Si tu eres negativa,
debes hacerle las pruebas al gato (eso nunca lo dicen, directamente el gato
fuera, son la leche). Sólo un 2 % de la población mundial felina es positivo a
toxoplasmosis. Si tu gato es negativo, no hay riesgo tampoco.
Si tu eres negativa y
tu gato es positivo (cosa que ya es difícil), hay que ver con un análisis de
heces del gato si está eliminando ooquistes o no, o sea, si está activa. Esto
es importante porque el gato que coge la toxoplasmosis sólo elimina ooquistes
durante dos semanas después de haberla cogido, y luego le pasa como a nosotras,
que da positivo porque ya la ha pasado, pero no pasa nada. Así que puede que si
tu gato es positivo la haya cogido hace años cuando era cachorrito, a lo mejor
estaba en la calle y cazaba algún ratón, pero ahora no elimina ooquistes ya, y
por tanto tampoco hay riesgo.
En todo caso, si tu
eres negativa, tu gato positivo y justo está en esas dos semanas (que ya es
algo increible que pase, y más si tenemos en cuenta que la mayoría de los gatos
caseros no salen a la calle y no comen carne cruda sino pienso y alguna latita,
porque cuando la cogen es por comer carne cruda infectada), tampoco te alarmes,
porque para que la toxoplasmosis pueda afectarte a ti las caquitas deben estar
más de 24 horas en ambiente, o sea, que con que tu chico limpie las cacas un
par de veces al día, tampoco hay riesgo.
Aparte de todo eso,
se transmite sólo por las caquitas si tu llegas a ingerir ooquistes que haya
ahí, y eso me parece también bastante improbable . Así que no te preocupes,
deja que tu chico limpie la arena unos meses (eso es lo mejor, jejeje),
relájate y no hagas caso de ginecólogos que no tienen ni idea o que si la
tienen pasan de darte información adecuada, consiguiendo que haya un montón de abandonos
innecesarios, embarazadas con ansiedad (eso si es un peligro real, señores
ginecólogos) y situaciones de tristeza.
PELIGROS REALES
Carne poco hecha,
embutidos, verduras y frutas mal lavadas.
Bien, sabiendo todo
esto fui por primera vez al ginecólogo dispuesta a negar que tenía animales en casa
si me lo preguntaba, por si me tocaba alguno de esos tristemente tan frecuentes
ginecólogos desinformados. Para confirmar mis sospechas le pregunte por el tema
de la toxoplasmosis, a lo cual tuvo el cuajo de responderme (todo esto sin
haberme hecho los primeros análisis aun y sin saber si era positiva y por tanto
no había riesgo alguno) que me cruzara de acera si veía algún gato por la calle
y que podía ponerme morada de jamón serrano y embutido.
Ahora es cuando
muchas os preguntareis: ¿y porque muchos ginecólogos dicen esto? Por algo será...Os
lo explico: los ginecólogos estudian ginecología, no veterinaria. A ellos les
enseñan que la toxoplasmosis es perjudicial para los fetos, y nada más. Está en
su voluntad el informarse un poco más, en saber del ciclo de la toxoplasmosis
para evitar abandonos de animales (que habiendo estado en una protectora os
puedo decir que son un número muy elevado por esta causa, y que las pobres embarazadas
que nos llaman están desesperadas y asustadísimas por culpa de que su
ginecólogo no se ha querido informar y prefiere dárselas de saberlo todo en vez
de decirle “la toxoplasmosis es perjudicial, si, pero mejor preguntale a tu
veterinario para valorar ese riesgo”). De hecho mantuve una conversación en un
ciclo de conferencias con la presidenta del Colegio de Médicos, ella sabía perfectamente
que no había peligro, y se sorprendió mucho al decirle que los ginecólogos recomendaban
desprenderse de las mascotas.
De hecho no lo hacen
sólo con los gatos, como no tienen ni idea de veterinaria indican a las embarazadas
que abandonen cualquier animal, gatos, perros, conejos...cuando la
toxoplasmosis sólo se desarrolla en las heces del gato.
Para que veáis lo
“peligrosos” que son los gatos: como ya os comenté al principio llevo
muchísimos años en el mundo de la protección animal (más de 15 años), limpiando
caca de gato (en ocasiones hasta tenía que ponerme un mono de plástico
desechable si iba a limpiar a la protectora, ¡acababa de caca de gato hasta las
orejas!), de gatos que se supone son grupo de riesgo porque vienen de la calle,
donde pueden comerse algún ratón y coger la toxo. Y como os dije convivo con 7
gatos.
Bien, al llegarme los
resultados di NEGATIVO. Toda una vida limpiando caca de gato, de miles de gatos
distintos, y nunca cogí la toxoplasmosis. Y eso sin tomar ninguna precaución.
Así que el ginecólogo que indica a una mujer que tiene un gato casero que se deshaga
de el debería informarse más y dejar de echar muertes de animales sobre sus
espaldas.Otro punto que influye en este tema es el “argumento ad hominem”,
consistente en que cuando dices que ayudas en una protectora siempre hay
alguien que te dice “¿y por qué no ayudas a los niños de África?”. Esa persona
te lo dice desde el sofá, sin ayudar a nadie, por supuesto. Y es la misma que
si ayudaras a los niños de África en vez de a los gatos te diría que por qué no
ayudas a los niños de España. Pero parece que con el tema de los animales este
argumento se recrudece aun más, dando lugar a un absurdo en el que parece que
por ayudar a los animales estás perjudicando a las personas. Y eso lo trasladan
a aconsejar que te desprendas de tus gatos, porque si no lo hicieran estarían
perjudicando al bebé siguiendo su absurdo razonamiento.
Mi embarazo no sólo
se desarrolló felizmente, sino que además mis gatos supieron desde el primer día
que me había quedado embarazada y se dedicaron a protegerme, a ir detrás mío, a
extremar sus cuidados sin pasar corriendo cerca de mi, por ejemplo, tratándome
con delicadeza.
Cuando di a luz un
niño perfecto y mi familia vio que efectivamente no pasaba nada, lejos de tragarse
sus palabras y dejar de lanzar puyas que me hacían daño, pasaron al siguiente
asalto...
SEGUNDA FASE: BEBE Y GATOS
Los tiempos del
medievo en los que los gatos eran quemados o matados de cualquier otro modo (lo
cual contribuyó, dicho sea de paso, a la propagación de la peste debido al
aumento de ratas) por su relación con la brujería pasaron a la historia
físicamente, pero en las mentes de muchos parecen seguir ahí, y se cataloga al
gato como un animal maligno, que hace daño a sabiendas, y que por supuesto va a
atacar al bebé. Estas personas no han tenido un gato en su vida.
Al nacer mi niño mis
familiares vinieron a verle al hospital, o me llamaron por teléfono. Y la mayoría
(a los que ya había dicho antes que no pasaba nada durante el embarazo y
seguían sin bajarse del burro) siguió con el tema, que ahora era que según
ellos un bebé era imposible que conviviera con animales (me pregunto como ha
sobrevivido la raza humana desde los tiempos de las cuevas). De nuevo les dije
una y otra vez que no pasaba nada...esta vez sin argumentos no porque pasara
algo, ¡sino porque no había argumento alguno que rebatir! ¿Que se supone que le
pasa a un niño que vive con gatos?
“Es que hay pelos”:
si, pero yo limpio mi casa, paso el aspirador casi a diario y cepillo a mis
gatos cada pocos días. En mi casa hay menos pelos que en muchas otras sin animales.
Otra cosa es que seas un poco desaseada (por ser diplomática) y no limpies tu
casa, entonces va a dar igual que tengas gatos o no.
“Es que el niño se
mete todo en la boca”: y de vuelta al tema de la limpieza de antes.
“Es que los gatos
tienen celos y atacan al niño”: o más bien van a protegerle...eso si, si tratas
a tus gatos como a floreros y les ignoras, no te extrañe que tus gatos tengan
problemas de conducta, provocados por ti, y por lo que muchos acaban abandonados
(no sea que el dueño se tenga que gastar un duro en un etólogo o simplemente
tratar a sus gatos como seres vivos parte de la familia...). Mis gatos ni
siquiera se metieron en la cuna del niño, que estaba montada meses antes de su
nacimiento, yo compré un spray educativo que detectaba el movimiento y les
rociaba si se metían en la cuna y tuve que quitarlo nuevo, sin una sola vez de
uso, porque ni asomaron la nariz a la cuna. Sabían que era del niño. Eso si, me
tomé la “molestia” de preparar ese spray para enseñarles que ahí no se entraba.
Mis gatos, como miembros de la familia que son, tienen sus rascadores, sus
juguetes, sus caprichos y sus necesidades cubiertas. No necesitan llamar la
atención, son felices. Si alguna vez les pasa algo me molesto en averiguar la
causa y ayudarles a ponerle remedio, no corro a castigarles o a abandonarles.
Todos venían de la calle con sus traumas y todos los superaron aquí, dejando
atrás todo lo malo. La gente me dice cuando viene a casa que parece que no
tengo gatos, y se sorprenden, porque tengo 7...pero educados.“Es que los gatos
van a ir a por el niño aunque no tengan celos”: Otra mentira. Los gatos van a
ir a lo suyo, y lo que va a pasar es que cuando el niño empiece a andar va a
ser el él que les persiga, va a intentar tirarles de la cola, y vamos a tener
que enseñar al niño a respetar a los gatos, no al revés. Y los gatos van a
hacer gala de su infinita paciencia con el niño dejándose hacer de todo, los pobrecillos.
“Es que los gatos
transmiten enfermedades”: MENTIRA. Los gatos sólo pueden transmitir la toxoplasmosis
a las embarazadas ( y bajo los puntos descritos antes, harto improbables),
hongos o parásitos. Si tu gato está desparasitado y sano, no va a pasar
absolutamente nada, otra cosa es que tu gato esté completamente descuidado, en
cuyo caso es tu culpa, no del animal. Es mil veces más probable que tu le
pegues algo a tu hijo, e incluso a tu gato, ya que puedes traerle cualquier enfermedad
felina de la calle en tus mismos zapatos.
Hay personas que no
deberían tener ni niños ni gatos. No deberían tener niños porque los van a tener
de forma egoísta, no van a pensar en ellos, no van a vigilar que no cojan algo
del suelo, van a enchufarles un chupete para que se callen y a dejarles llorar
aunque al niño le pase algo, porque ellos quieren dormir. Tampoco deberían
tener animales, porque también los tienen por egoísmo, no van a tener cubiertas
sus necesidades, no van a comprenderles, incluso van a maltratarles (cosa que suelen
hacer también con sus niños).
Esas personas van a
dejar que el niño se meta en la boca una caquita de gato porque no van a estar ahí
y tampoco van a mantener limpio el arenero o a habilitar barreras para que el
niño no acceda al mismo. Esas personas no van a molestarse en tratar a sus
gatos con dulzura cuando llegué a casa el bebé. Y por todas estas razones, por
mucho que no tengan animales, tampoco deberían tener niños, ya que no están
preparados para ello, no saben lo que es la empatía, no saben satisfacer otra
cosa que no sea su propio ombligo.
Cuando llegué con mi
bebé a casa se lo enseñé a mis gatos dentro del cuco. Ellos se extrañaron y vinieron
a asomarse y a olerle de lejos. El bebé ni se inmutó. Han pasado los meses y
vivimos todos juntos, en perfecta armonía. Mi hijo sólo ha recibido de mis
gatos mimitos (cuando se atrevieron a acercarse un poco) y protección. Cada vez
que viene alguien a casa a ver al niño ellos salen para vigilar que el extraño
no dañe al bebé, incluso dos de mis gatos que jamás aparecen (por miedo) cuando
vienen visitas. Y cuando la visita se va ellos vuelven a irse del salón.
Eso si, pese a que la
realidad golpea y es evidente que efectivamente no pasa ABSOLUTAMENTE NADA por
tener gatos durante el embarazo y luego con un bebé conviviendo con ellos, mi
entorno sigue repitiendo una y otra vez que “si sigo teniendo a los gatos, que a
ver que voy a hacer” y blaaa blaaa blaaaaa. ¿Que el niño nació perfecto y ven
que está sanísimo y feliz? No pasa nada, ellos deben seguir machacando porque
creen los gatos son seres malignos que deben ser erradicados de la faz de la
tierra. O porque simplemente para ellos son esos graciosos animalitos de usar y
tirar que una vez que tienes un niño debes “donar” porque ya no te hacen falta,
como si el niño los sustituyera.
No dejéis que os
ganen la batalla, la ignorancia es muy atrevida, y ellos seguirán. Os harán
sentir mal, os harán sentir impotentes porque no escuchan, porque no aceptan la
verdad ni aunque el tiempo os de la razón una y mil veces. Intentarán haceros
creer que sois malas madres.
Pero como yo digo:
ser buena madre se demuestra con tus actos, no intentando quedar bien con la familia.
Y no hay acto más deplorable que el abandonar a un animal. Mi hijo no va a
aprender eso de mi, jamás, no verá fotos de un gatito y tendré que inventarme
una mentira para no tener que decirle que lo abandone cuando me quedé
embarazada o cuando él vino al mundo. Y aquellos que aconsejan abandonar
deberían plantearse por qué necesitarían mentir a su hijo sobre el gatito de la
foto.
Mi hijo aprenderá a
co
nvivir y amar a los animales y por ende a las personas, aprenderá lo que es
la empatía. Aprenderá a ser una mejor persona. Sed felices, disfrutad de
vuestro embarazo y de vuestra maternidad, dejad que vuestros animales os
cuiden, cosa que no hacen aquellos que sólo os intentan hacer sentir mal. Y
sobre todo, informaros de todo antes de hacer alguna tontería.
Y los cuentos de vieja, que se los lleve el viento.
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